Falling housing prices. House figurine and piggy bank with falling arrow on yellow background

Frente a la actual situación económica que afecta a las economías familiares, ¿hay que reducir a los hijos la paga semanal? ¿Hay que moderar los regalos de Navidad? ¿Hay que dejar de comprarles chuches?

 

En esta época en la que los bolsillos se resienten por la actual crisis, nos hemos de plantear si queremos educar a nuestros hijos como si viviesen en una burbuja y aislados de todo o bien debemos intentar de algún modo que a ellos también les repercuta de manera directa —ni que sea mínimamente— para que aprendan a vivir en la realidad.

Tolerar las frustraciones cotidianas es un buen aprendizaje para su vida futura y más si los mayores tenemos que estrecharnos el cinturón y renunciar a algunos hábitos como ir al restaurante a cenar, adquirir la última novedad tecnológica, comprar mucha ropa, etc.

¿Deberían nuestros hijos privarse también de alguno de sus caprichos? Habrá quien piense que no es bueno que los niños se traumaticen, pero ninguno se traumatiza por dejar de comer las chuches a las que está acostumbrado, porque se le reduzca la paga o porque en lugar de tener muchos regalos tenga menos pero más escogidos. Ésta es una buena herramienta pedagógica para que aprendan a valorar lo que tienen y a esforzarse para conseguirlo. También podemos ayudarles a escribir su carta a los Reyes Magos o Papá Noel dejando, claro está, lugar a la sorpresa. Sustituir las largas cartas de los niños por cartas más emotivas en las que los niños pidan a Sus Majestades ilusión, sorpresas y ayuda para los niños que más lo necesitan, enseñándoles a pensar más en los demás que en sí mismos, resultará una acción muy positiva para su educación. Así, seguro que valorarán más el regalo sorpresa que lo que ya saben casi seguro que les van a traer.

Por tanto, la crisis nos puede ayudar a educarlos mejor, evitar los excesos y a no mimarlos demasiado.